Léase Salmos 28:6-9
El Señor es mi fuerza y mi escudo; mi corazón en él confía; de él recibo ayuda.
- Salmo 28:7 (NVI)
La carta que me envió mi amiga desde el extranjero se me hacía muy
difícil de leer. Su esposo la había abandonado, habían estado casados
durante mucho tiempo y tenían hijos adolescentes. Releí la carta varias
veces y decidí responder de inmediato. Pero, ¿qué le podía decir?
Le pedí a Dios que me diera las palabras para responderle. Así fue
que escribí lo que vino a mi mente y envié la carta. No pude recordar
bien lo que había escrito.
Mi amiga me respondió y me contó que el día que llegó la carta había
estado llorando en la cocina; miraba de tanto en tanto el gris cielo
invernal que parecía acompañar su estado de ánimo. Mientras lavaba los
platos del desayuno, sintió que una voz interna le decía: «Descansa en
mí. Yo te sostendré. Yo soy tu fuerza».
Cuando halló mi carta en el buzón, la abrió y se sorprendió al leer
las palabras que le había enviado: «Dios está contigo. Descansa en él.
Él te sostendrá. Él es tu fuerza». Verdaderamente Dios me había dado las
palabras para consolar y alentar a mi amiga.
Autor
Sra. Dorothy O’Neill (Australia Meridional, Australia)
Pensamiento para el día
No importa lo que traiga el día, yo descanso en el cuidado amoroso de Dios.
Oración
Amado Señor, te agradecemos por ser nuestra fortaleza y compañía
constantes. Ayúdanos a llevarte toda nuestra ansiedad para que podamos
hallar tu paz. Amén.
Oremos: Por quienes atraviesan fracasos en sus relaciones
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