- Filipenses 4:8 (NVI)
Hubo un período en mi vida en que sentí que todo estaba mal. Me sentía deprimida y sin esperanzas. Dios y su amor parecían estar muy lejos. Me sentía vacía. Cuando comenté mi situación a mis hermanos en la fe, una amiga me dio un consejo. Me desafió a poner por escrito cada una de las bendiciones de Dios recibidas día a día, incluso las más sencillas. Cada noche trataba de pensar en tres bendiciones que Dios me hubiese dado. Esta práctica me ayudó muchísimo. Descubrí que las bendiciones de Dios eran gloriosamente abundantes en mi vida. No las había reconocido porque estaba enfocada solamente en mis problemas.
La experiencia de contar las bendiciones de Dios me ayudó a saber que puedo hallar gozo aun en los tiempos difíciles. Podemos elegir entre enfocarnos en Dios y sus bendiciones o solamente en nuestros problemas.
Autor
Sra. Linawati Santoso (Java Oriental, Indonesia)
Pensamiento para el día
En lugar de mis problemas, hoy me enfocaré en Dios.
Oración
Amado Dios, en medio de nuestras luchas, ayúdanos a mantenernos enfocados en ti y tu eterno amor. Oramos como nos enseñó Jesús: «Padre, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Danos cada día el pan que necesitamos. Perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos han hecho mal. No nos expongas a la tentación (Lucas 11: 2-4, DHH)». Amén.
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